lunes, 7 de noviembre de 2016

Introducción

La preocupación por la patología de la cadera existe en todas las etapas del ciclo vital: la infancia, adolescencia, adulto joven y adulto mayor. Desde el punto de vista epidemiológico, las expectativas de los mecanismos involucrados en los traumatismos de alta energía están aumentando, por lo que las fracturas de cadera también.
Las lesiones traumáticas de la cadera ocupan uno de los asuntos más importantes de la cirugía traumática, tanto por la frecuenta de estas afecciones como por ser característica de personas de avanzada edad. En general estas fracturas son más frecuentes en las mujeres, más del doble en relación con los hombres, y ello se debe a la osteoporosis, que es más frecuente en mujeres que en hombres. La frecuencia también cambia dependiendo del lugar geográfico donde se encuentre ya que en países del norte de Europa y USA con relación a los del mediterráneo es más alta, esto hace pensar que la exposición a la radiación ultravioleta podría ser un factor determinante. También la incidencia es menor en zonas rurales, donde las viviendas son más amplias y los ancianos desarrollan más actividad física y están más tiempo expuestos a la luz solar.
Por esto, hay profesionales que se han dedicado a este tema, diseñando protocolos de manejo de la fractura, desde que ocurre, pasando por la cirugía, el implante a utilizar, la prevención de infecciones, trombosis y tromboembolismo pulmonar, un esquema de cuando poner en pie al paciente, sacar los vendajes, la rehabilitación, etc., una serie de puntos para tener en cuenta entre los diferentes médicos tratantes. La AO (Asociación para el Estudio de la Osteosíntesis) es la institución que rige a la mayoría de los traumatólogos en el mundo y establece estándares al momento de colocar un implante en una fractura.

Síntomas

Los síntomas son dolor en la zona de la ingle o de la cadera, dolor al movimiento activo y pasivo de la articulación o dolor al apoyar el peso en la extremidad inferior.
La mayoría de las fracturas de cadera se tratan quirúrgicamente mediante prótesis de cadera.

Tipos de fracturas

Las fracturas de cadera se clasifican en intertrocantéreas, de cuello femoral, de cabeza femoral y subtrocantereanas; éstas últimas suelen ocurrir en personas jóvenes con mecanismos de alta energía.

El ideal es reducir al máximo el tiempo de estadía en el hospital con el fin de evitar que el paciente se complique con infecciones intrahospitalarias, trombosis de sus extremidades inferiores, tromboembolismo pulmonar, escaras y otras condiciones.

Fracturas intracapsulares

Tipo I - Fractura incompleta. Es la fractura “en valgo” y si no se contiene mediante tratamiento se puede desplazar secundariamente.
Tipo II - Fractura completa sin desplazamiento. La cortical está rota pero el fragmento proximal no se ha desplazado en ningún sentido. De no contenerse mediante tratamiento puede ocurrir desplazamiento secundario
Tipo III - Fractura completa con desplazamiento parcial. Es la más frecuente y según Garden se reduce simplemente rotando hacia adentro el fragmento distal, sin traccionar. Es estable y tiene buenas posibilidades de mantener irrigada la cabeza del fémur
Tipo IV - Fractura completa con desplazamiento total. Los dos fragmentos están totalmente desvinculados uno del otro. La cabeza femoral que está suelta se conserva en posición normal, pero su irrigación queda muy comprometida

Fracturas intertrocantéreas

Se ubican entre el trocánter mayor y menor, son las más frecuentes del fémur proximal y habitualmente ocurren en pacientes de mayor edad por lo que, asociado a las enfermedades concomitantes, tienen alta morbi-mortalidad. Se caracterizan por ser fracturas extracapsulares que rara vez comprometen la irrigación de la cabeza, por lo tanto, el riesgo de necrosis es mínimo y un tratamiento quirúrgico precoz tiene en general buenos resultados.

Se clasifican en estables e inestables, lo que tiene relación al grado de conminución de la fractura, más el compromiso que exista o no de la pared posteromedial de la cadera.

La incidencia de cada uno de estos tipos de fracturas es de 50%.

En el postoperatorio es fundamental intentar la marcha precoz entre el primer y segundo día con la ayuda de bastón o andador, si esto no es posible, por lo menos se debe sentar al borde de la cama, pero si se logra dentro de las 48 horas poner al paciente de pie al borde de la cama, se previene todo lo referido a las complicaciones.

Esta es una fractura que a pesar de ser en hueso osteoporótico no influye en los tiempos de consolidación y se consolida entre los tres y cinco meses, ya que un implante colocado en buena posición va a determinar siempre que el hueso consolide.

Fracturas de cuello femoral

En general se deben a caídas en el adulto mayor o una fractura en hueso osteoporótico seguido de la caída, o fractura en hueso patológico (ej., tumores). No se debe olvidar que el paciente podría haber sufrido un accidente isquémico transitorio o un bloqueo aurículo-ventricular que haya generado una pérdida de conciencia y la posterior caída o por vértigo, que es frecuente en los ancianos por las insuficiencias vertebro-basilares. Y por otro lado están los accidentes de alta energía, que si bien involucran generalmente a gente joven, los adultos mayores que manejan también podrían estar involucrados en un accidente de tránsito de alta velocidad.

Las fracturas de cuello femoral son fracturas intracapsulares que comprometen la irrigación de la cabeza femoral y su viabilidad va a depender del grado de desplazamiento de los fragmentos, por lo tanto mientras más desplazados, mayor riesgo de necrosis.

Existen algunas posibilidades de no realizar la cirugía, como en la fractura no desplazada, que por su estabilidad mecánica puede ser susceptible de tratamiento ortopédico, pero es discutible, ya que en el tiempo se aprecia que existe un desplazamiento secundario con alto riesgo de necrosis. La otra opción de no realizar cirugía en la fractura de cadera es que haya contraindicación absoluta de tipo médico, pero en general, se intervienen quirúrgicamente todas las fracturas de cadera.

Si la persona tiene más de 65 años y una proyección de vida prolongada en el tiempo, se le ofrecerá una endoprótesis total de cadera, a diferencia de aquellos que tienen una proyección menor a los que se le ofrece una prótesis parcial, que ha ido quedando en desuso.

Fractura de cabeza femoral

También llamadas fracturas de Pipkin, las fracturas de cabeza femoral resultan de impactos de alta energía, pueden asociarse a luxo-fractura, luxación de la cadera, fractura de cuello, pero hay que tener presente que junto con esta fractura puede haber compromiso de otro segmento u órgano del organismo. Si existe fractura de la cabeza asociada a una luxación, la emergencia es evidente y se debe reducir de inmediato bajo anestesia general.

Si se está frente a una fractura pequeña, menor de un centímetro, se extraerá por vía artroscópica el fragmento, el cual puede provenir tanto desde la cabeza femoral como del cotilo. Si el fragmento es de mayor tamaño, sobre un centímetro, se hará una reducción y fijación interna con tornillos de pequeño fragmento o canulados que permiten hacer una osteosíntesis estable.

Fracturas subtrocantéreas

Son habitualmente fracturas asociadas a gente bastante más joven en relación a las fracturas antes mencionadas. Son producidas por traumatismos de alta energía.

Protocolo Kinésico de la Fractura de Cadera

Objetivos:-
-Mantener función respiratoria
-Amplitud de movimiento
-Fuerza muscular

Objetivos funcionales.Post operatorio inmediato (1ª semana):-

Precauciones:
-Movilización pasiva.
-Evitar rotación interna y aducción
-Kinesiterapia respiratoria
-Ejercicios activos de tobillo y rodilla
-Ejercicios isométricos de cuadriceps, glúteos e isquiotibiales

2ª a 4ª semanas
Precauciones:

-Flexión activo-asistida de la cadera no superar los 90°
-Aducción menos de 10°
Abducción menos de 20°
-Ejercicios activos de cadera y rodilla
-Deambulación con bastones.4ª a 8ª semanas:-
-Ejercicios activos de cadera en rangos permitidos
-Ejercicios isométricos de cuadriceps, glúteos e isquiotibiales
-Ejercicios activos con resistencia progresiva de cuadriceps, glúteos e isquiotibiales.( si se tolera)
-Ejercicios de rotaciones al final de la sexta semana.8ª a 12ª semanas:
-Ejercicios de fortalecimiento de cadera y rodilla con carga progresiva
-Ejercicios isotónicos en cadera y rodilla
-Lograr independencia total.


En conclusión


Las fracturas del tercio proximal de cadera son un concepto que se debe tener presente, ya que son una entidad nosológica frecuente de la tercera edad. Su frecuencia es cada vez más habitual dado el aumento en las expectativas de vida de la población.

El tratamiento se debe considerar como una urgencia, ya que al pasar el tiempo sólo irá en desmedro de su condición. Los sistemas de osteosíntesis y prótesis permiten al paciente reintegrarse a las actividades de la vida diaria en forma precoz.